viernes, 4 de mayo de 2012

ensayo sobre fallaci


ENSAYO
SOBRE LOS PENSAMIENTOS DE FALLACI

UNA REPORTERA DE LA GUERRA.
UNA COMUNICACDORA SOCIAL


Oriana Fallaci, escritora italiana y periodista de corazón; muere a sus 77 años, por un cáncer de pecho que nada tiene que ver con la guerra. Pero es el mundo de la prensa dentro de un lenguaje crítico que la particulariza el que hace perdurar sus pensamientos,  como - el recuerdo del   atentado del 11 de septiembre a las torres gemelas de U.S.A - en las mentes no solo de las victimas y actores del hecho, sino también de sus lectores pues es uno de los temas a tratar de forma central en su obra LA RABIA Y EL ORGULLO.  

Fallaci quien no solo vive el atentado terrorista a desde la cercanía de su casa sino además la guerra fascista italiana y el terror del cáncer en su propio cuerpo,  es una mujer que aparentemente nunca dejo de ver sufrimiento de cerca y en carne viva, alguien sobre quien inicialmente cree un concepto vago y quisquilloso que aun sobrevive en mí al cuestionar premisas como: Por qué una italiana que vivía en USA hablaría mal de este país,  no es obvio que defendería su lado de su tablero, no es obvio que solo vería a los que ella llama hijos de Alá como terroristas y mas obvio aun que una persona dedicada al reportaje de guerras solo generaría escritos  de este tipo, entre otras cosas poco objetivas que encontré en su escrito, pero, esta idea inicial fue cambiando con la variedad de títulos y temas que abarca el ensayo en cuestión, ahora esta un poco desviada por el furor de una guerra que oprime al humanismo que casi se siente bajo otro nivel en mi nación al esconderse en velos de ideales con premisas de justicia e igualdad y  por encima de un feminismo nacido de mi genero ( rabia- orgullo).

Bien, mi inquietud en este punto es cómo ver todo esto de una manera objetiva sin maltratar a nadie y la respuesta podría ser el interior de un dado de múltiples caras en el cual podre exponer  los diferentes tipos de vista que crecen en mi mente al leer a Fallaci.
En  primera instancia esta Oriana F. con su odio a lo largo de una cultura que para mi esconde sus actos maquiavélicos generadores de resignación tras una cortina religiosa, a los que ella llama hijos de Alá, con algo de repudio, hijos una religión musulmana, que después de la muerte de el profeta Mahoma, se han dedicado a crear conciencias débiles en nombre de una “guerra Santa” que muy lejos de los ideales de amor al prójimo, paz interior, se acerca a una infierno donde los niños sueñan con se mártires.
Ahora viene a mi cabeza algunos documentales que he visto sobre el tema periodista en el campo de acción, que no se diferencia entre las casas de la cuidad y los escombros que deja la violencia, recuerdo muy bien un escena en la cual unos afganos rebeldes enrollaban cabras en unas alfombras y las hacían rodar por campos minados en el momento del impacto con los artefactos los animales salían del campo con rapidez, por ello cambiaron el  cebo por niños amarrados para que así rodara  por mas tiempo y dejara un camino limpio de minas, ahora contrato esto con una realidad distante que me deja una sensación de tristeza frente al televisor y un gesto de risa en mi rostro al hacer burlas cuando digo “soy una iraquí suicida, que nadie me hable porque tengo malgenio” en determinados situaciones. No he vivido un guerra como Fallaci o mejor aun no he buscado vivirla y así como creo que no esta en derecho de criticar una cultura opuesta a que a mi parecer es la suya, mas que italiana, americana, tampoco me creo estar en derecho de juzgarla por su posición, después de todo cada quien ve al mundo con los anteojos que trae puestos.

Siguiendo con mi analogía del dado paralelamente, en un segundo plano, puedo ver un país fuerte que se hizo débil ante un espectáculo en el cual murieron miles de inocentes (potenciales trabajadores) en un atentado que se había visto años a tras y se apaciguo con capturas violentas reinadas por una inaceptable ira popular, porque no se puede negar que vivimos quejándonos de que la justicia no hace nada, de que las condenas no son suficientes para las atrocidades cometidas, pero es mas cruel festejar la muerte de un ser humano siendo humanos, como la muerte de Osama bin Laden, pero  profundizar en este tema seria escribir un libro, debido a la cantidad de puntos encontrados.
Mejor giremos nuestro dado y sigamos viendo lo que nos muestra Fallaci en él,  ya que este punto no podría ver bien las demás caras, pero si sospechar el contenido; a los lados en manera de disyunción dos culturas  “razonables pero discutibles” (como cierta frase hoy en día tan popular que no pondré referencia) a lo que yo diría “respetable pero incompartible”, pues mis creencias me llevan a otro plano apartado de un consumismo americano y mucho mas de solo dejar al descubierto mis ojos para ver como mi dignidad es rebajada por alguien que bien no es ni mas ni menos que nadie. Hechos como estos me hacen sentir premiada con mi vida y darle gracias a Dios crecí en este lado del mundo.

Teniendo cuatro costados concretados, situare en la parte de arriba del cubo un acto comunicativo que reúne los demás puntos de vista para crear desde una opinión personal una publica, un acto que los medios se han encargado de difundir al recordar  imágenes proyectadas junto con mensajes implícitos casi subliminales con tintes de odios, orgullo, supremacía, violencia, por que en mi parecer malicioso el medio tiene el poder de plantar una opinión en cada persona y estas mismas se unen para crear grupos de izquierda o de derecha,  como quine dice popularmente Dios los crea y ellos se unen,  muchas veces el medio en lugar de mejorar o de limitarse a informar lo que hace es empeorar las cosas al no ser objetivo en su manera de exponer la información.

Finalmente la figura se ve en toda su dimensión sobre una cara totalmente oculta  a la cual bautizare humanismo,  ¿Dónde carajos esta el humanismo en todo esto?, en la rabia que sintió Oriana F. al ver tanta idiotez junta, al ver tantas muertes, tantas injusticias, el los ideales de Marx o Guevara de revolución comunista a los cuales critica la escritora diciendo que el comunismo nos quiere volver una misma, clase pero una pobre y luego matarnos de hambre, en dónde  esta el verdadero fin social, si cuando pienso en mi bien estoy lastimando la integridad de mi vecino sin creer que ese vecino puedo ser yo. No lo sé, esto no se trata de una extrema izquierda y lo he dicho mil veces, no se trata de un ojo por ojo como en siglos anteriores, se trata de una mirada diferente de un pensar en un futuro mejor, pero desde hoy.



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